Super User
Cómo cumple Dios sus planes - Diciembre 2024
Cómo cumple Dios sus planes
“En aquellos días... se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado… Iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea… a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén”.
(Lucas 2:1-4)
El emperador romano Augusto César había decretado un censo de la población. Quería medir su poder a través del número de sus habitantes. Pero no imaginaba las consecuencias de esta decisión. Jesús iba a nacer en Belén de Judea, según lo anunciado por el profeta Miqueas (Miqueas 5:2).
Dios se sirvió de este emperador romano, que ignoraba que su decreto solo era un instrumento en las manos de Dios para cumplir la profecía. El hecho capital era el nacimiento de este niño en Belén, y no el censo en sí. El decreto puso en movimiento todo el Imperio, pero en medio de esta agitación, Dios cumplía sus planes.
Lo que parecía importante para el mundo eran las decisiones del emperador; lo que parecía insignificante, y que incluso él ignoraba, era el viaje de José a Belén. En medio de la multitud, nadie se preocupó por el humilde carpintero, por María y el niño que iba a nacer. Sin embargo, era en Belén donde el Mesías debía nacer, en el lugar y el momento escogidos por Dios. Aún es más sorprendente ver que el censo no tuvo lugar en el momento en que fue decretado, sino más tarde (Lucas 2:2).
Así Dios cumple sus planes concernientes a la humanidad en su tiempo, y el hombre, incapaz de verlos, se pierde aquello que llena el corazón de Dios. Pero Dios habló y mandó escribir su Palabra. Sólo por fe, creyendo lo que Dios dice, conocemos a Jesús. El Salvador que Dios envió a la tierra. “Dios… hace grandes cosas, que nosotros no entendemos” (Job 37:5).
-Noche de Paz-
Historia del popular villancico navideño
En la Nochebuena del 24 de diciembre de 1818, el órgano de la iglesia de San Nicolás, de Oberndorf, que necesitaba una restauración desde hacía tiempo, ya no funciona, ¡y es Nochebuena! El párroco auxiliar Joseph Mohr, de 26 años, busca una solución para el arreglo musical de la Navidad. Lleva al organista Franz Xaver Gruber un poema navideño de seis estrofas, para que lo musicalice. Lo ha escrito en 1816 en Mariapfarr, lugar muy adentrado en las montañas de los Alpes.
Ese mismo día, compone Gruber una sencilla melodía para dos voces y coro. “Noche de Paz, noche santa” fue cantada después de la Misa del Gallo, a la luz de las velas, a dos voces por Mohr (tenor) y Gruber (bajo), junto al Belén de la iglesia -que hoy se encuentra en la ciudad de Ried, en la Alta Austria-, con el acompañamiento de Mohr a la guitarra.
Cuando “¡Noche de paz, noche santa!” sonó por primera vez en la noche del 24 de diciembre de 1818, nadie, ni siquiera sus dos creadores, podía imaginar que llegaría a ser tan conocida y popular. Una melodía sencilla, ajustada a las instrucciones de las autoridades eclesiásticas para el cultivo de los cantos religiosos en aquella época, en compás de 6/8, para dos voces y coro. No se trata de un himno litúrgico en sentido estricto, por lo que pronto se introdujo en los hogares de la clase media para la celebración festiva de la Navidad, a lo que también contribuyó el uso de la lengua culta en lugar del dialecto. La melodía tiene rasgos tanto de canción pastoril como de canción de cuna.
Al principio se consideraba una “canción tirolesa”, porque el organero Mauracher, del Zillertal, en el Tirol, que se ofreció a restaurar el órgano en Oberndorf en 1824, lo llevó a su tierra natal. Varias familias de cantantes del Zillertal difundieron la canción: se dice que la familia Rainer la cantó allí ya en la Navidad de 1819, y tres años después también para el emperador Francisco I de Austria y su invitado de Rusia, el zar Alejandro. La familia Strasser, también del Zillertal, fabricaba guantes y combinaba presentaciones en ferias con actuaciones musicales. Está demostrado que los cuatro niños Strasser cantaron “Noche de Paz” en Leipzig en las Navidades de 1831.
Los viajes que hacía para cantar la familia Rainer los llevaron hasta Nueva York, donde “Noche de Paz” se escuchó por primera vez en 1839. La canción se difundió todavía más por su inclusión en diversas colecciones y entre los himnos litúrgicos protestantes, lo que se explica porque la letra de la canción subrayaba menos la fuerte devoción católica a María que era habitual en las Navidades de la época. En el siglo XIX hubo incluso voces críticas de clérigos católicos: sobre el texto, porque decían que era sentimental y de poco gusto, por lo que no podía captar el misterio de la Navidad; sobre la melodía, porque era plana y monótona, y porque otros himnos religiosos eran preferibles. Pero eso no pudo impedir que se extendiera por todo el mundo.
Hoy
La iglesia de San Nicolás, donde se oyó por primera vez “Noche de Paz”, fue demolida a principios del siglo XX debido a las constantes inundaciones y al peligro de hundimiento. En sustitución se levanta desde 1937 la capilla memorial octogonal Gruber-Mohr en un lugar seguro de Oberndorf.
Existen traducciones y versiones de la canción en más de 320 idiomas y dialectos. Normalmente se cantan las estrofas primera, segunda y sexta.
En los lugares donde nacieron y trabajaron Gruber y Mohr, en Salzburgo y en la Alta Austria, hay museos y monumentos conmemorativos de “Noche de Paz”. Pero también en otros lugares, incluso en los Estados Unidos, en Frankenmuth, Michigan, hay un extenso archivo relacionado con la canción, donado por la familia Bronner, y en la propiedad contigua hay placas con la letra de “Noche de Paz” en 311 idiomas.
En 2004, se dio a un asteroide el nombre de “Gruber-Mohr”. En 2011, “Noche de paz, noche santa” fue reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural mundial inmaterial.
“...os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”. (Lucas 2:11)
“... de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)
La Capellanía del Hospital Evangélico les desea una feliz y bendecida Navidad en armonía y paz junto a sus familias.
Si desea nuestra presencia o tiene alguna pregunta o inquietud, no dude en solicitarla. Tel.: 24872319 int. 172, o por mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Boletin en Movimiento 2023
Dirigido a funcionarios de Hospital Evangélico.
Historia de la Institución en Montevideo
Junio de 1929 jóvenes cristianos alentados por la vocación y por la pasión
por el prójimo fundan la Mutualista Hospital Evangélico.
También comienzan a soñar con poder concretar algún día un hospital.
Con gran esfuerzo estos jóvenes entusiastas nucleados por el Dr. Rafael Hill comienzan a concretar su sueño y procuran fondos primero para el terreno, luego para las obras del hospital.
Concebido como un servicio para la comunidad en expansión.
Los convocaba un gran espíritu de servicio que plasmaría como un lema del Hospital las propias palabras de Jesús
“No he venido para ser servido sino para servir...”
Luego de tres décadas de ardua labor y gran dedicación finalmente
el 14 de setiembre de 1964, se vieron colmadas sus aspiraciones
se inauguraba el Hospital Evangélico.
“Hace casi diez años que comenzó la edificación de este sanatorio,
y recién hoy se abre sus puertas para servir a los que sufren.
Si llevo tanto tiempo es porque hay una historia detrás, una necesidad, un proyecto, muchos esfuerzos mancomunados para ir reuniendo poco a poco los recursos necesarios por 30 años de la Mutualista Evangélica”.
Historia de la Institución en Colonia
En 1964 se formó la primera comisión de Socios. Para Octubre de ese año sumaban ya 144 los afiliados en Colonia.
En 1966 se realiza la primer asamblea de socios y se nombra la primer Comisión Local.
La filial funcionaba únicamente en la parte administrativa, pero en forma paulatina se fue dotando por parte de la Dirección del Hospital Evangélico y mediante gestión de la Comisión Local de prestaciones médicas, enfermeras y nurses.
En su comienzo la sede funcionaba en dependencias de la Iglesia Evangélica Valdense de Colonia cedida gentilmente a ese fin, luego se alquilaban locales para ello, hasta que en 1991 se adquirió el inmueble donde se construiría el tan ansiado Sanatorio.
El 25 de enero de 1997 se habilitó el nuevo edificio, funcionando en la Planta Baja prolijamente presentada; el 1º de abril de ese año se inauguró oficialmente la primer etapa de Hospital Evangélico en Colonia, declarándose la obra de Interés Nacional por decreto del Poder Ejecutivo Nº 24961.
A paso firme se construye el subsuelo y el block de edificio que alberga la tan anhelada sede propia concretada en un magnífico Sanatorio que consta de cuatro plantas debidamente equipado con tecnología de última generación. El 2 de octubre de 1999 se procedió a la inauguración del Sanatorio de Hospital Evangélico en Colonia que brinda una inmejorable calidad de servicio a sus asociados.
Misión, Visión
Nuestra Misión:
Brindar atención de salud integral en sus tres dimensiones - Cuerpo, Mente y Espíritu -a nuestros socios, usuarios, sus familias ycomunidad, con vocación cristiana, calidez en el trato y servicios de calidad.
Nuestra Visión:
Ser una Institución cristiana de salud orientada a la excelencia de la atención, la gestión y procesos de salud inspirada en la ética y las palabras de Jesucristo:
"No he venido para ser servido, sino para servir".
Ev. Marcos 10:45
Misión, Visión e Historia
Historia de la Institución en Montevideo
Junio de 1929 jóvenes cristianos alentados por la vocación y por la pasión
por el prójimo fundan la Mutualista Hospital Evangélico.
También comienzan a soñar con poder concretar algún día un hospital.
Con gran esfuerzo estos jóvenes entusiastas nucleados por el Dr. Rafael Hill comienzan a concretar su sueño y procuran fondos primero para el terreno, luego para las obras del hospital.
Concebido como un servicio para la comunidad en expansión.
Los convocaba un gran espíritu de servicio que plasmaría como un lema del Hospital las propias palabras de Jesús
“No he venido para ser servido sino para servir...”
Luego de tres décadas de ardua labor y gran dedicación finalmente
el 14 de setiembre de 1964, se vieron colmadas sus aspiraciones
se inauguraba el Hospital Evangélico.
“Hace casi diez años que comenzó la edificación de este sanatorio,
y recién hoy se abre sus puertas para servir a los que sufren.
Si llevo tanto tiempo es porque hay una historia detrás, una necesidad, un proyecto, muchos esfuerzos mancomunados para ir reuniendo poco a poco los recursos necesarios por 30 años de la Mutualista Evangélica”.
Historia de la Institución en Colonia
En 1964 se formó la primera comisión de Socios. Para Octubre de ese año sumaban ya 144 los afiliados en Colonia.
En 1966 se realiza la primer asamblea de socios y se nombra la primer Comisión Local.
La filial funcionaba únicamente en la parte administrativa, pero en forma paulatina se fue dotando por parte de la Dirección del Hospital Evangélico y mediante gestión de la Comisión Local de prestaciones médicas, enfermeras y nurses.
En su comienzo la sede funcionaba en dependencias de la Iglesia Evangélica Valdense de Colonia cedida gentilmente a ese fin, luego se alquilaban locales para ello, hasta que en 1991 se adquirió el inmueble donde se construiría el tan ansiado Sanatorio.
El 25 de enero de 1997 se habilitó el nuevo edificio, funcionando en la Planta Baja prolijamente presentada; el 1º de abril de ese año se inauguró oficialmente la primer etapa de Hospital Evangélico en Colonia, declarándose la obra de Interés Nacional por decreto del Poder Ejecutivo Nº 24961.
A paso firme se construye el subsuelo y el block de edificio que alberga la tan anhelada sede propia concretada en un magnífico Sanatorio que consta de cuatro plantas debidamente equipado con tecnología de última generación. El 2 de octubre de 1999 se procedió a la inauguración del Sanatorio de Hospital Evangélico en Colonia que brinda una inmejorable calidad de servicio a sus asociados.
Del Yo al Nosotros - Febrero 2019
“Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran”
Romanos 12:15
DEL YO AL NOSOTROS
Un niño comienza su vida pensando en sí mismo, pero tiene que crecer del YO al NOSOTROS.
Tiene que aprender que el nosotros no solo se refiere a él y a sus padres, o a él y a su familia, o él y sus familiares, o a él y sus amigos, tiene que aprender que "nosotros" lleva a su comunidad, su país y finalmente tiene que incluir a toda la raza humana. Tiene que aprender que la lucha no es contra (Efesios 6:12), sino a favor de personas, siguiendo el ejemplo de Jesús .
Como comunidad mundial de fe y vida trascendemos fronteras de nacionalidad, raza, clase social, idioma, y procuramos vivir en el mundo sin conformarnos a los poderes del mal, dando testimonio de la gracia de Dios por medio del servicio a los demás, cuidando de la creación, e invitando a toda la humanidad a conocer y a seguir a Jesucristo como Señor y Salvador.
Tenemos que crecer y dejar de ser el centro del universo para reconocer que el centro del universo es Dios mismo, y el amor al prójimo llega a ser la expresión natural de mi relación con Dios (1Juan 4:20).
La vida de un creyente maduro apunta a extender el nosotros, de manera que muchos puedan participar en el crecimiento de poner a Dios en el centro del universo y el amor aprendido de Él como aplicación e invitación a otros de participar en ese esfuerzo.
H.W.
Una cita para la fiesta de fin de año
Cuando estaba en el noveno grado, mi hermano mayor, Hans, que estaba en el penúltimo año de la secundaria, me parecía el símbolo de la popularidad. Era bueno en los deportes y salía en muchas citas. Nuestra casa siempre estaba llena de sus amigos, muchachos que yo soñaba que algún día me vieran como algo más que la "tonta hermanita de Hans".
Hans había invitado a Rebecca Knight, la chica más popular de la escuela, a la fiesta de fin de año, y ella había aceptado. El alquiló el esmoquin, compró las flores, y junto con el resto de su grupo de amigos populares contrataron un coche e hicieron reservaciones en un restaurante elegante. Luego, la tragedia azotó. La tarde de la fiesta, Rebecca cayó con una terrible gripe. Hans no tenía pareja y era demasiado tarde para invitar a otra chica.
Había muchas maneras en las que Hans podía haber reaccionado, incluyendo el enojarse, sentir lástima de si mismo, culpar a Rebecca, y aun creer que ella realmente no estaba enferma y que simplemente no quería ir con él, en cuyo caso el tendría que haber creído que era un perdedor. Pero Hans no solamente escogió permanecer positivo ante la situación, sino que también escogió darle a alguien la noche más inolvidable de su vida.
¡Me invitó a mí! ¡Su hermanita! Me invitó a que fuera con él a su fiesta de fin de año.
¿Pueden imaginarse mi emoción? Mamá y yo corríamos por toda la casa para arreglarme. Pero cuando llegó el coche con todos sus amigos casi me acobardo. ¿Qué pensarían ellos? Pero Hans solamente sonrió, me dio el brazo y orgullosamente me escoltó hacia el automóvil como si yo fuera la reina del baile. No me advirtió que no actuara como niña, no se disculpó con sus amigos, y pasó por alto el hecho de que yo iba vestida en un sencillo vestido de falda corta que había usado en un recital de piano, mientras que todas las demás muchachas llevaban elegantísimos vestidos formales.
Yo estaba deslumbrada con la fiesta. Por supuesto, me derramé ponche en el vestido. Estoy segura de que Hans les pagó a todos sus amigos para que bailaran por lo menos una pieza conmigo, porque nunca estuve sentada. Algunos de ellos hasta simulaban pelear por bailar conmigo. Me divertí muchísimo, y también Hans. ¡Mientras los chicos bailaban conmigo, él bailaba con las parejas de ellos! La verdad es que todos se portaron maravillosos conmigo esa noche, y creo que gran parte de la razón fue que Hans escogió enorgullecerse de mí. Fue la noche de mis sueños, y creo que todas las muchachas de la secundaria se enamoraron de mi hermano, quien fue lo suficiente "equilibrado", lo suficiente amable, y lo suficiente seguro de sí mismo para invitar a su hermanita a su fiesta de fin de año.
SEAN COVEY, TOMADO DEL L1BRO "THE 7 HABITS OF HIGHLY EFFECTIVE TEENS' (Los 7 HABITOS DE ADOLESCENTES ALTAMENTE EFICACES).
Fuerza para enfrentar
Muchos tienen temor de tomar riesgos, por las dudas que algo salga mal, o en caso de un “fracaso”. Tales preocupaciones son legítimas, pero probablemente tenemos que reevaluar lo que significa un “fracaso”. ¿Qué es un fracaso? ¿Es cuando las cosas no salen como habíamos esperado o planeado? ¿Es fracaso, cuando no tuvimos el ánimo de arriesgar y poner en práctica nuestros sueños?...
A Winston Churchill … se le preguntó en una entrevista … ¿Qué fue lo que mejor lo preparó para tomar riesgos..? Para la sorpresa de los entrevistadores, Churchill recordaba el tiempo, cuando fue obligado a repetir un año en la escuela. “¿Usted dice, que ha fracasado un año en la escuela?” “Yo nunca fracasé, sino se me dio una segunda oportunidad para hacerlo bien,” fue su respuesta.
Como dice John Ortberg: “Fracaso no es un evento, sino una evaluación de un evento. Fracaso no es algo que nos sucede, ni un cartel que le ponemos a algo. Es una manera de pensar sobre los resultados.”
Antes de que Jonas Salk llegara a desarrollar una vacuna contra la poliomielitis, probó 200 sin resultado positivo. Alguien le preguntó: “¿Cómo se sintió al haber fracaso 200 veces?” Salk respondió: “Yo no fracasé 200 veces. Se me enseñó a no usar la palabra fracaso. Simplemente descubrí 200 maneras de no vacunar contra la poliomielitis.”
Sir Edmund Hillary hizo varios intentos de escalar el Mount Everest antes de lograrlo. Después de uno de los intentos estaba parado en la base de la montaña gigantesca y le mostraba su puño, diciendo: “Llegará el momento cuando te voy a vencer, porque tu eres lo alto que puedes ser, ya no crecerás, pero yo estoy creciendo aún.” Cada vez que procuraba, fracasaba. Y cada vez que fracasaba, aprendía. Cada vez que aprendía, el crecía y procuraba de nuevo. Llegó el día cuando no fracasó.
De manera que llegamos a la conclusión de que el progreso en cualquier área viene a través de intentos sucesivos, “fracasos”, seguidos por renovados y mejorados intentos. En vez de ver los aparentes fracasos como piedras de tropiezo, se los transforma en escalones…
Fracasar no es caerse, sino más bien quedar abajo. Hay un nuevo comienzo disponible después de cada error, si nos volvemos a levantar y seguimos luchando. Simplemente se necesita valor. Como decía Churchill: “Éxito nunca es el fin; fracaso nunca es fatal. El valor es lo que cuenta.”
Tenemos que elegir dejar nuestra inclinación natural hacia las cosas seguras y los caminos bien conocidos. No queremos mirar atrás con remordimiento a las cosas que podrían haberse hecho. Alguien escribió un día: “Aquí está acostado uno, que su alma un día ardía con grandes esperanzas, a quien en algún momento se le abrieron un poquito las cortinas del infinito, pero a quien le faltaba el valor de aprovechar esas oportunidades.”
Un barco está seguro en el puerto, pero para cumplir con su propósito tiene que salir a alta mar. Ninguna tierra nueva fue jamás descubierta sin que el capitán del barco haya aceptado perder de vista la costa donde había embarcado. Anticipando remordimiento futuro, Mark Twain nos advierte: “Veinte años de ahora estarás más desilusionado por las cosas que no has hecho que de las cosas que has hecho. Por eso tira de ti las ligaduras. Navega mar adentro, alejándote de las costas seguras. Permita que los vientos empujen las velas de tu embarcación. ¡Explore, sueñe, descubra!...
Una mirada a las Sagradas Escrituras confirman que seguir a Dios en obediencia todo el camino es una decisión peligrosa y costosa. Desde Abraham dejando su país, su gente y la casa de su padre para ir al país que Dios le iba a mostrar (Génesis 12), pasando por el martirio de Esteban, hasta los azotamientos de Pablo y su ejecución final, hasta el destierro de Juan a la isla de Patmos, todos reconocieron y aceptaron las implicaciones potenciales de salir con fe.
Este peligro y riesgo está mitigado por incontables experiencias y afirmaciones al apropiarse del llamado de Cristo. Pablo puede exclamar triunfantemente: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?
No te quedes atrás, decídete y camina por el camino de Dios, hacia la meta que Él tiene para tu vida.
Hospital Evangélico en Radio Trans Mundial
Todos los miércoles desde las 22:05 hasta las 22:15 hs. Radio Trans Mundial (CX 4 Radio Rural AM 610) transmite un programa de Hospital Evangélico.
Vale la pena escucharlo!
Colonia del sacramento
Bienvenidos a Mutualista Hospital Evangélico.
El 2 de Octubre de 1999 se procedió a la inauguración del Sanatorio de Hospital Evangélico en Colonia que brinda una inmejorable calidad de servicio a sus asociados.
Una Mutualista diferente con atención personalizada para toda la comunidad.
Pionera en medicina familiar.
Conozca las filiales de Hospital Evangelico en el Departamento de Colonia